Novak Djokovic

A mi el tenis me parecía un deporte más del montón, sin embargo a principios del año uno de mis tíos estaba viendo el Abierto de Australia y me empezó a explicar como es el juego y me pareció interesante pero de pronto alguien llamó más mi atención en la pantalla, era él, Novak Djokovic.

Yo no sé si es el más guapo o el más feo, lo único que sé es que sobre gustos no hay nada escrito y que en lo personal, “Nole” –como lo llaman sus amigos- es el hombre más atractivo que existe en la tierra. Cada gesto, cada sonrisa hacen que me vuelva completamente loca.

He llegado a despertarme muchas veces en la madrugada para ver sus partidos. Felizmente, es uno de los mejores jugadores de la actualidad y es común verlo en distintos eventos. Es cierto que tiene fama de mujeriego pero no importa, en mis sueños él es mi príncipe azul.

Novak nació en Belgrado, Serbia y a sus 21 años ha logrado victorias importantes sobre los mejores tenistas del mundo. Este año ganó su primer torneo de Grand Slam en Australia y consiguió la medalla de bronce en los juegos olympicos de Beijing. Ahora es el número tres del mundo pero nadie duda que es el futuro rey del deporte blanco.

Es conocido no sólo por el buen juego que tiene si no porque es el imitador de la ATP, muchas veces en los partidos era el público quien lo alentaba para que empiece a imitar a distintos jugadores. Sus más famosas imitaciones son las de Rafael Nadal y María Sharapova. Hace un tiempo que ya no hace lo mismo porque algunos de sus compañeros se quejaron ya que lo tomaron como una burla.

Para mí, Novak, es más que un deportista. Es mi prototipo de hombre ideal. Hace algunos meses se le involucró con la jabalinista paraguaya Lerin Franco (a la que decidí buscar hasta por debajo de las piedras para matarla) pero parece que fue sólo una de sus conquistas. Como dije anteriormente, no me importa la fama que tenga, total, soy yo la que sueña y en mis sueños no hay espacio para nadie más que él y yo.